¿Qué tiene «Ocho apellidos vascos» para ser la película española más vista de la historia?

Obviamente, la respuesta es sencilla. Ha sido vista por más de 6 millones y medio de espectadores desde su estreno el 14 de marzo. Pero yo quiero ir más allá. ¿Qué tiene para seducir a tantos espectadores? No lo sé, “te lo digo en serie”, pero te voy a contar una cosa que puede ayudarnos a entenderlo mejor. Mi padre nunca me había dicho: “Me apetece ir al cine a ver esta película”. ¿Cómo? ¿Al cine, papá? respondí yo. Algunos de vosotros igual no lo entendéis, pero esa pregunta, para mí, dice mucho. Mi padre tiene casi 60 años, iba al cine con mi madre cuando había sesión continua y ahora solamente trabaja, labra las tierras y cada 15 días va al Toralín a ver los partidos de la Ponferradina. Si a mi padre le han entrado ganas de ir al cine a ver “Ocho apellidos vascos” es que esta película tiene algo que llega a todo el mundo.

¿Está la clave en los actores y sus personajes?

No conocía a Dani Rovira en un trabajo que no fueran los monólogos hasta que llegó a la serie B&B (Telecinco). Me ha sorprendido. Eso sí, interpreta un personaje similar en las dos producciones pero, lo que hace, lo borda. Carmen Machi y Karra Elejalde son los mejores. Personajes redondos e interpretaciones desternillantes. Clara Lago no lo hace mal (aunque en lugar de vasca podría ser una madrileña mal hablada). Quizás sea necesario un personaje así de básico y sin chispa en una historia como la de «Ocho apellidos vascos».

¿Llama la atención la trama?

Lo cierto es que la historia es simple: Chico andaluz y chica vasca se conocen, se odian y terminan en la cama. No se vuelven a ver, pero el chico se enamora y la va a buscar a su tierra. A partir de aquí se producen una serie interminable de situaciones típicas de comedia, chistes simples y personajes estereotipados que, en lugar de hacer perder el interés por la película, la hacen más grande. Entonces, ¿qué tiene esta cinta que no tengan las demás? Para andaluces y vascos está claro: la cercanía de los chistes y las situaciones próximas a su realidad. ¿Y para el resto? No podemos obviar la promoción intensa que ha hecho Mediaset, el grupo audiovisual con más audiencia del país y quienes han producido el film. Anuncios en cada bloque, cortinillas en sus canales y entrevistas y menciones en cada programa. Pero estas técnicas llegan a gente como yo, que pica y va a verla el primer fin de semana, con el cine hasta la bandera, que no le importa ocupar una butaca en la esquina de la tercera fila con tal de ver la película cuanto antes. Pero, ¿qué hace que mi padre quiera ver «Ocho apellidos vascos»? Creo que el boca a boca ayuda, pero sobre todo, porque esta película aporta algo que una estudiante, un banquero, una profesora o un mecánico y agricultor de 60 años necesitan: reírse en los momentos más difíciles. Y si miramos por la ventana y observamos el mundo en el que algunos ven brotes verdes (más allá de los de la primavera), las cosas siguen muy complicadas.

No lo dudes, si tienes la oportunidad y no lo has hecho todavía, te recomiendo que veas «Ocho apellidos vascos». Te lo digo en serie.

¿Qué te ha parecido a ti esta película? Estoy deseando leer tus comentarios